Después de un horrible crimen, sólo hay una persona que puede resolverlo. Con una lupa en la mano examinas tu entorno en busca de cualquier rastro que resulte sospechoso. No hay culpables a la vista, tan solo algunos policías que te miran con asombro. De repente, con el rabillo del ojo, percibes una sombra. ¿Será éste el culpable? Con Charles, no se te escapa ningún detalle.